Si bien, en el 2019 la reforma laboral inicio un ciclo de cambios abruptos que, para muchos empresarios y administradores mexicanos, representaron retos gigantescos que carecían practicidad y de lógica en algunos casos.
Ahora, en este 2023, todo esto, podría tomar mucho mayor sentido, pues comenzará la última etapa de implementación de dicha reforma y, sabiendo que la necesidad laboral es mayúscula en nuestro país, no se retrasará más el cumplimiento de las iniciativas gubernamentales y no solo por lo prometido a la OIT sino también por presión del comercio internacional.